Cada etapa de tus hijos trae grandes retos, pero tal vez de las etapas que generan más momentos de impotencia son los primeros meses de vida, donde los bebés viven cambios rápidos y cuando sientes que ya tienes todo controlado, aparece otra situación normal de la que también deben aprender.
Los recién nacidos tienen inmadurez en la mayoría de sus sistemas y los sistemas neurológico y gastrointestinal generalmente son los protagonistas, en este blog hablaremos sobre cómo reconocer y manejar el cólico del lactante.
¿Qué es el cólico del lactante?
El cólico del lactante se caracteriza por un llanto intenso, descrito como lastimero, que dura de 1 a 3 horas, difícil de consolar a pesar que todas las necesidades del bebé estén satisfechas (frío, calor, hambre, sueño, gases), inicia y cesa sin causa aparente, generalmente se presenta varias veces por semana, al finalizar la tarde o en la noche, inicia entre las 3 y 9 semanas de vida y se puede prolongar hasta los 3 meses.
¿Por qué aparece?
Tiene varias teorías que intentan explicar su aparición:
- Señal adaptativa evolutiva
- Inmadurez intestinal o alteración de la microbiota intestinal (bacterias buenas del intestino)
- Estrés de los padres que es transmitido al recién nacido
¿Qué riesgos tiene el cólico del lactante?
El cólico del lactante en sí no tiene consecuencias, recuerda que es una condición fisiológica o normal, pero la respuesta de los padres frente a este si puede traer consecuencias:
- Interrupción innecesaria de la lactancia materna
- Alteración en los hábitos del sueño, rutina y relación entre los padres
- Frustración, desesperación e impotencia de los padres
- Aumenta el riesgo de depresión posparto
- Incluso aumenta el riesgo de maltrato infantil como el síndrome del niño zarandeado, secundario a la frustración de los padres
¿Qué puedo hacer para manejarlo?
- RECUERDA QUE NO PUEDES EVITAR SU APARICIÓN
Primero hablemos de lo que no debes hacer
- No suspendas la lactancia materna
- No uses bebidas, ni baños de plantas medicinales para ti (madre) ni para el bebé
- No uses medicamentos sin prescripción médica
- No suspendas o restrinjas tu alimentación (madre), generalmente no es necesario y en caso de serlo el pediatra en la consulta te dirá qué y cómo hacerlo.
- No ofrezcas al bebé otro tipo de alimentos que son frecuentes en la creencia popular: agua, agua de frutas (granadilla, manzana o manzanilla), caldos o jugos, recuerda que los bebés menores de 6 meses deben ser alimentados de forma exclusiva con lactancia materna y/o fórmula láctea
- Evita la sobre-estimulación, no uses música, colores, no balancees de forma vigorosa
Ahora sí, recomendaciones generales:
Recuerda la importancia de estar informados, los padres con información asumen con mayor tranquilidad y confianza la situación y esto hace que todo vaya mejor.
Usa técnicas para calmar y transmitirle paz a tu bebé:
- Contacto piel a piel y masajear suavemente, escuchar el corazón de uno de los padres lo tranquilizará mucho
- Minimiza los estímulos, la luz y el ruido en la habitación
- Usa el ruido blanco: este es un ruido constante sin variaciones que aísla el estímulo auditivo del resto de la casa, puedes conseguirlo con: un ventilador, aspiradora, secador de cabello, canal de televisión sin señal, motor del carro (paseo corto), búscalo en youtube o incluso en plataformas de música
- Dale un paseo al aire libre
- Cárgalo ejerciendo presión en su abdomen con la mano o tu hombro
- Existen recomendaciones específicas de probióticos, este manejo se individualiza en consulta, recuerda no automedicar.
¿Cuándo debo alarmarme?
Si bien el cólico del lactante es una condición benigna, el llanto de los bebés es una de las principales manifestaciones de enfermedad por eso debes prestar atención a las siguientes señales, si tu bebé presenta alguna de estas debes consultar:
- Llanto excesivo o muy agudo
- Síntomas frecuentes o persistentes: regurgitación, vómito, diarrea o pérdida de peso
- Fiebre, no come, movimientos anormales
- Inicio de la condición por fuera del rango de edad mencionado
RECUERDA
- Si se sienten angustiados, cansados o agotados, no duden en buscar ayuda.