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Técnicas para manejar una rabieta de tu bebé

Una rabieta siempre nos genera momentos incómodos y de mucho estrés, hoy te comparto unas técnicas para manejar una rabieta de tu bebé.

Una rabieta siempre nos genera momentos incómodos y de mucho estrés, hoy te comparto unas técnicas para manejar una rabieta de tu bebé. 

La rabieta, pataleta o berrinche, es común verla en los bebés o niños hasta aproximadamente los tres años, es una expresión emocional ante frustración, rabia y también puede darse por cansancio. 

Debemos comprender que esta es una forma del bebé expresar algo que siente y no puede verbalizar.

Es así como la rabieta se manifiesta en llanto incontrolable, un comportamiento ajeno a su habitualidad, gritos o cambios físicos como enrojecimiento o ahogo. 

Es común escuchar que a través de la rabieta los niños quieren manipular a sus padres, pero no es así, quiero decirte como pediatra que en este momento de la vida, tu bebé no sabe manipular. 

Por esta razón quiero compartir contigo algunas técnicas para manejar la rabieta de tu bebé. 

Cálmate tú primero 

La rabieta es un desborde emocional, en ese momento tu bebé no te entenderá, está sumergido en sus emociones, por tanto lo primero que debes hacer es calmarte. 

Sé que es un momento que genera mucho estrés y los padres tienden a profundizar su enojo recurriendo a los gritos, al castigo o una “pela”. 

Tu bebé no podrá entender tu enojo, por tanto, ese es mi primer consejo, cálmate. 

Dentro de estas técnicas, cuando tu estás calmado, podrás estar cerca, visualizando el actuar de tu bebé, estar a su altura, estar en silencio y ante todo evitar que el bebé pueda hacerse daño. 

Puedes también intentar distraerlo una vez su rabieta comience a disminuir, cantar una canción, ofrecerle un juguete o cambiarlo de ambiente. 

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Reconoce la emoción de tu bebé

Cuando logras estar en calma, podrás reflejarlo en tu bebé, tratar de abrazarlo, darle un toque cálido y así te reconectar con él. 

Ten siempre presente que tú eres el adulto, podrás hablarle y enseñarle que su rabieta es producto de una emoción. 

Deja que él viva su emoción, que pueda tener un momento de desahogo porque si no te calmas y comienzas a regañarlo, solo vas a lograr que esa conducta de rabieta crezca más. 

Cuando tengas conexión con el bebé, háblale de manera consciente y dile que sabes que está enojado, o cansado, pero que la próxima vez puede actuar de manera diferente. 

Enséñale que la razón por la cual se enojó y explotó en la rabieta, puede tener razones, díselo con claridad, él te entenderá e irá aprendiendo. 

Permanece por encima de la rabieta 

No permitas que la rabieta te saque de control, ya dijimos que lo primero es que te calmes, cuando logras estar en calma, podrás estar por encima de la rabieta. 

No te controlará, incluso puedes “ignorarla” siempre y cuando estés segura que tu hijo no se hará daño, puedes continuar con lo que estabas haciendo. 

Cuando estén en un lugar público, lo primero que debes hacer es ignorar a quienes te rodean, sé que es muy incómodo, pero las percepciones u opiniones de terceros no te pueden llevar a perder la calma. 

En este caso, cuando están en público y no puedes ignorar su rabieta, puedes cargar a tu bebé de una manera firme y llevarlo a un lugar más privado. 

Entiende la rabieta y anticípate 

Las rabietas tienen un origen, tú irás identificando qué las generan, en ese caso, puedes anticiparte y ayudar a tu hijo a vivir sus emociones. 

Por ejemplo, si tu hijo tiene rabietas ante un sueño acumulado o el cansancio, entonces dispón todo para que pueda tener siestas adecuadas, si el caso es por hambre, prepara refrigerios para llevar cuando deban salir de casa. 

Lo que no debes hacer 

En medio de una rabieta no dejes solo a tu bebé, no lo ignores, atiende a su llamado, te necesita más que nada en ese momento. 

No lo castigues, no le grites y mucho menos lo lastimes físicamente, recuerda que la crianza de tu bebé es un proceso de aprendizaje donde él está dispuesto a aprender en amor de tu parte. 

Tampoco debes ceder ante la rabieta, tienes que enseñarle con claridad y amor que una rabieta no es la forma para pedir o reclamar algo. 

Ánimo en el proceso

Recuerda que necesitas mucha paciencia y amor en este proceso con tu bebé, no será fácil, pero seguramente superarán esas rabietas. 

Debes tener el balance adecuado, comprensión y enseñanza, en ocasiones podrás ceder y llegar a acuerdos que el niño entienda, pero en otras ocasiones tendrás que poner límites.  

Hay cosas que no puedes permitir, no debes ignorar ciertos comportamientos como los golpes, morder, tratar de hacerse daño o lanzar objetos. 

Si tienes dudas en cuanto al manejo de las rabietas con tu bebé, si consideras que sus comportamientos no son normales o sientes que nada funciona para manejar la rabieta de tu bebé, puedes ponerte en contacto conmigo.

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