La alimentación selectiva de tus hijos es un aspecto frecuente de su crecimiento, pueden comenzar a manifestar más gusto por unas comidas que por otras, hoy te doy algunas recomendaciones para superar esta etapa.
Es más que común que con el paso de los días tus hijos al comenzar a crecer comiencen a demostrar más inclinación por ciertos alimentos que son de su preferencia.
A esto lo denominamos alimentación selectiva, pero si notas que es muy marcada su preferencia hay que prender alarmas.
¿Cuándo se da la alimentación selectiva?
La etapa de la alimentación selectiva por lo general se manifiesta entre los 2 y los 5 años de edad, ya que la velocidad de crecimiento disminuye en ese rango de vida.
El apetito se vuelve ondulante y como adultos al notar que hay tiempos de poco apetito, caemos en el error de usar alimentos más aceptados para llenar los tiempos de poco apetito.
Para enfrentar esta etapa de forma positiva es igual de necesario persistir en las rutinas de alimentación.
En estas rutinas siempre debemos conservar un plato atractivo, lleno de variedad en sabores y colores.
Algo que sea visualmente agradable y que tu hijo sienta de alguna forma además de curiosidad, deseo por llevarlo a su boca, siempre respetando los tiempos de hambre y saciedad.
Aunque no hay que preocuparse excesivamente, sí hay que poner atención al tema, ya que, si esa selectividad deriva en un trastorno alimenticio, puede causar una mala nutrición y por ende un crecimiento deficiente del bebé.
Algunos niños son sumamente selectivos con lo que comen y tal vez tengan reacciones negativas a algunos olores, sabores, texturas y colores de los alimentos, la idea es tratar de parar este proceso y seguir persistiendo en otras presentaciones del mismo alimento.
Incluso en ocasiones el menor puede llegar a desarrollar neofobia, lo que se traduce en mucho temor a los nuevos alimentos, “decir no me gusta sin probarlo la primera vez” puede que relacione experiencias negativas con alimentos que desconoce.
También es posible que los menores desarrollen períodos de desinterés por la comida, tengan muy poco apetito o sienten que la comida no les produce satisfacción alguna.
Esto puede generarse por múltiples factores, a veces cuando a los niñ@s les están saliendo los dientes, presentan cierta irritación en la encía y pierden el apetito por dolor.
Cómo afrontar esta situación
Lo primero que hay que saber es que los padres son vitales para salir ya sea de situaciones transitorias de alimentación selectiva o de casos mucho más complicados que requieren la intermediación de un experto.
Los padres deben ser un buen ejemplo para los hijos, así que deben servir y comer delante del menor la mayor variedad de alimentos posible, con múltiples preparaciones y texturas.
Trata de comer con tu familia con regularidad, ojalá sentarse todos a la mesa en el mismo horario, con alimentos iguales y mantener el buen humor, charlas cordiales y evitar conflictos, para que el menor no asocie la alimentación con momentos negativos.
A la hora de alimentar a tu hijo debes mantener la calma, ser paciente y no reprochar a tu hijo por sacarse la comida o tirarla al piso, a veces es una manera de comunicarse.
Anima a tu hijo o hija a probar nuevos alimentos y nunca lo fuerces a comer, no introduzcas alimentos a la fuerza en su boca o cuando esté llorando, esto sin duda genera una mala relación con los alimentos, lo asocian con momentos desagradables.
En cuanto a los alimentos que aparentemente comienzan a rechazar, lo ideal es volver a ofrecerlos en diferentes preparaciones, cuando nos referimos al inicio de la alimentación complementaria, decimos que un alimentos se debe ofrecer hasta 15 veces.
Y si hay algo más?
En consulta valoramos todo alrededor del tiempo de comida, algunos pacientes presentan síntomas asociados a los alimentos.
En ocasiones (menos frecuente que lo anterior) encontramos cuadros orgánicos como alergias, estreñimiento o condiciones psicológicas que empeoran la situación.
En estos casos los niños necesitan intervenciones multidisciplinarias para mejorar la situación y darle herramientas a las familias para manejarlo.
Te acompaño en la alimentación selectiva de tus hijos
En la consulta que tendremos de crecimiento y desarrollo analizaremos este tipo de casos donde tu hijo presenta alimentación selectiva, de ser necesario tendremos una asesoría específica para este tema, déjame decirte que estaré feliz de acompañarlos en este proceso ¡Ponte en contacto!
Además, de acuerdo al caso de tu hijo, te daré otras recomendaciones que te ayudarán a superar la alimentación selectiva.
Recuerda que esta etapa es transitoria, que tu amor y paciencia serán clave, que la creatividad que pongas en los platos también jugará un papel muy importante.
¡Ánimo papás! no se dejen llevar por la frustración en este aspecto, seguro siguiendo estas recomendaciones podrán juntos separar la alimentación selectiva de tus hijos.