Con el paso de los días muchos bebés adquieren el hábito de chuparse el dedo pulgar o sus padres les proveen un chupete para ayudar en el proceso a la hora de dormir o para calmar el llanto.
Luego, la pregunta más frecuente es cómo lograr que lo dejen, sin mayores traumatismos, hoy te doy algunos consejos para que lo logres.
El hábito del chupete o chuparse los dedos
El chupete o chuparse el pulgar sin duda son hábitos que deben tratar de dejarse en el menor tiempo posible, ya que con el paso de los días pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza para la salida de los dientes frontales con inclinaciones inadecuadas.
El chupete utilizado de manera correcta puede ser muy útil al inicio de la vida de los bebés, ya que reduce la incidencia de muerte súbita del lactante, le aporta seguridad y confianza y hasta lo consuela en ciertos momentos.
Chupar el dedo puede ser una costumbre mucho más arraigada en el bebé que el chupete, es que algunos adquieren esa acción incluso antes de nacer, al interior del útero algunos bebés ya chupan el dedo, ya que con su boca exploran el mundo.
El chupete o chupo puede retirarse de la cuna o donde quiera que sea que lo están succionando, pero el dedo está permanente con ellos y quien adquiere el hábito de chupar dedo puede permanecer con la costumbre hasta edades avanzadas.
El acto de succionar es algo habitual en el bebé, es incluso un instinto de supervivencia primaria, ya que es lo primero que debe de aprender a realizar para poder alimentarse del seno materno.
Así que cuando el bebé no tiene el seno a su lado, puede comenzar a satisfacer esa necesidad de succionar a través de su pulgar, esto lo relaja y le da seguridad.
La repetición de esta actividad de forma diaria, puede llegar a causar algunos problemas en el desarrollo del niño o niña, provocar una mordida incorrecta o retrasos en el habla por problemas en la pronunciación.
¿Cómo lograr que tu hijo deje el chupete o deje de chuparse el pulgar?
Por lo que hemos mencionado hasta ahora, como pediatra, mi consejo es que en equipo debemos tratar que tu hijo descarte ese hábito lo antes posible, una vez tenga otras herramientas para tranquilizarse, dadas las consecuencias en su mordida (alineación de los dientes), con su uso prolongado.
Desde luego que tratar de que dejen el hábito no es fácil, y tampoco podemos generar traumatismos con ellos, como prohibir rotundamente que deje de hacerlo, castigarlo por ello o ridiculizarlo, generando problemas de autoestima.
Debemos elegir un momento tranquilo para hablar con él o ella de forma consciente y sin afán, explicarle la importancia de dejar el hábito e invitarlo a enfrentarse a ello como un reto para lo cual debe estar preparado y hasta brindar alguna recompensa.
En cuanto al tema de las recompensas se pueden empezar a dar en razón del tiempo que el menor aguante sin chuparse el dedo, a mayor lapso de tiempo mayor la recompensa un juego, una comida preferida, un sitio favorito, en fin.
Como lo hablamos al inicio, muchas veces esta conducta tiene que ver con la hora de irse a dormir o calmar el llanto.
Por ello es bueno tener un sustituto, un peluche preferido, un apego o muñeco de trapo pueden ser elementos que sirvan para desarrollar una nueva rutina de sueño.
La hora de dormir es tal vez el momento más crítico para la situación, por eso debemos recurrir a nuevas formas de inducirlo al sueño, cantarle, leer un cuento o hacer un masaje de relajación, también son alternativas válidas.
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Otras opciones para dejar de usar el chupete o chuparse el pulgar
Sin duda alguna, otra buena forma de ayudar a dejar el chupo es dejar de ofrecerlo, el chupete puede resultar una forma de entretener al niño cuando papá o mamá deben atender otros frentes, busca otra forma para que el niño esté ocupando su tiempo.
Tener el niño entretenido también ayuda en el proceso, los niños cuando están aburridos recurren a este hábito.
De esta forma, plantearles juegos didácticos, dinámicas, retos físicos que requieran de utilizar las manos los llevan a no pensar en el momento de chuparse el dedo o usar el chupete.
Este puede ser un proceso complejo, y por ello te recomendamos muchas alternativas, pero ante todo paciencia, para ellos no es fácil dejar el chupo o el dedo de la noche a la mañana y nunca te enojes a la hora de tratar de que deje ese hábito.
En mi consulta de pediatría en Pereira revisaremos el caso particular de tu hijo, es importante analizarlo como tal, hacer un proceso conjunto donde todos estemos llenos de amor y empatía.