Uno de los puntos más importantes para los padres de la actualidad es lograr que su bebé deje el tetero lo más rápido posible, tras iniciar su proceso de alimentación complementaria con los sólidos indispensables para su desarrollo.
Sin embargo, para esta labor que en principio parece sencilla, puede llegar a convertirse en toda una odisea, ya que el biberón dependiendo de la frecuencia de uso que le demos, podría llegar a ser el “mejor amigo” de tu pequeño.
Como pediatra, te doy algunas recomendaciones que pueden ser importantes para el propósito que tu bebé deje el tetero de forma progresiva.
Dejando el tetero
Más temprano que tarde los bebés comienzan a crecer y llega el momento de separarlos definitivamente del tetero, esta nueva fase del desarrollo al igual que lo hicimos con su introducción debemos realizarla de manera gradual.
Cada bebé es un mundo particular, algunos pueden dejar el biberón tan rápido como se adecuaron a el, con tan solo enseñarles a tomar leche en vaso o también agua, otros incluso no requieren este estímulo, y lo dejan por sí solos.
Y luego están los bebés que convierten su desapego al tetero en todo un drama, les cuesta mucho despedirse de este hábito alimenticio generando reacciones de tristeza desde luego contraproducentes para su salud.
Hay que dejar que el niño o niña cumpla este paso a su ritmo, pues obligarlo a hacerlo va a resultar realmente complicado para su proceso mental, debe ir realizándose poco a poco, por ejemplo, bajándole las onzas que se le dan en el tetero.
Desde luego debemos hacer la salvedad que entre más tiempo dejemos pasar para cumplir con este paso, va a ser más difícil para el menor desprenderse del tetero, objeto qué con el paso de los años, puede convertirse en un apreciado tesoro para ellos.
Para el niño pequeño el tomar tetero puede convertirse en una acción de relajación y descanso, en muchas ocasiones es una técnica infaltable para la hora de dormir, alimentarse o para incluso divertirse y jugar con el.
Ahí surge una primera recomendación y consiste en no permitir que el niño permanezca con el biberón en la boca sin tomar el líquido que contiene o jugando con el, esto hará su desapego más difícil, ya que asocia el tetero con una forma más de entretenerse que de alimentarse.
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Propósito del tetero
El tetero debe ser para el fin primario de la alimentación con leche de fórmula o agua, pero también es recomendable para el proceso con el agua acostumbrarlo a tomar en un recipiente distinto, como tetero cuchara, vaso, etc.
De igual forma hay que estar atentos a las señales que dan los bebés quienes pueden pasar muy fácilmente de la succión a la masticación de la goma o chupa, lo que puede ocasionar problemas a la hora de introducir la alimentación con sólidos.
Tras cumplir el año de vida, puede ser un buen momento para comenzar el proceso, al inicio puede empezar a brindar agua en vaso y verificar que realmente sí puede sorber del vaso, mejorando su técnica para que al final se acostumbre por completo.
Haz a tu pequeño partícipe del proceso e involúcralo en la escogencia de su vaso con sus figuras favoritas, para que acepte el cambio con una actitud más positiva frente al tema.
Permite que tu hijo o hija sostenga el vaso, tal cual ya lo hace con el tetero para que se vaya adaptando al nuevo mecanismo, una vez lo haya explorado lo suficiente, brindale agua o leche para que pueda adecuarse a la nueva forma de ingerir líquidos.
Es casi seguro que durante los primeros días derramará líquido sobre su ropa, sobre ti o sobre la cama o muebles, no te enfades, mucho menos lo regañes, por el contrario diviértete con él y anímalo a intentarlo de nuevo.
Finalmente, si el tetero es un buen aliado a la hora de dormir, te recomendamos bajar las onzas de leche en principio y poco a poco ir también cambiando las rutinas de sueño, brindar líquido en el vaso y leer un cuento, cantar, o darle masaje, también puede comenzar a funcionar.
En consulta de pediatría en Pereira, también podemos revisar este asunto, te acompañaré en este proceso ¡Ánimo!